Encuentros...
chiwinhista
En los últimos 20 años muchas familias alrededor del mundo se han fragmentado debido a la baja demanda local por la agricultura a pequeña escala y la artesanía tradicional. Con la aparición de megacorporaciones y multinacionales, muchos hombres y padres de familia han tenido que dejar atrás su comunidad, sus hijos y un estilo de vida íntegro, emigrando a las grandes ciudades. Allí tratan de encontrar algún trabajo industrial, que usualmente es mal pagado y con serios riesgos para su salud y para el ambiente. Por la pobreza en que viven, estas compañías los consideran practicamente como “deshechables” y son explotados sin el menor respeto, dignidad ni derecho laboral.
Gracias al movimiento internacional del Comercio Justo, miles de familias permanecen unidas, preservando su herencia cultural, ya que se reconoce el valor de su trabajo y el conocimiento ancestral de practicas sustentables en la agricultura, confección de textiles, trabajo en cerámica e innovación en la reutilización de materiales. Además, como parte de los principios de este tipo de comercio, se les capacita para incorporar prácticas modernas que contribuyan sanamente a su desarrollo y el de toda su comunidad. En el 2011
se invirtieron sobre $22 millones en fondos de desarrollo comunitario a través de las redes del Comercio Justo.
Tu compra responsable aporta directamente a que miles de padres pueden acompañar a sus hijos en su crecimiento, brindarles cariño, apoyarlos en sus estudios y proveer un sustento digno para toda su familia.