La palabra “mandala” viene del sánscrito y significa círculo sagrado. Son dibujos geométricos concéntricos utilizados como símbolos de sanación espiritual, unión y eternidad. Nacen en la India milenaria propagándose a través de las culturas orientales hasta las indígenas de América y aborígenes de Australia.
Hoy en día los mandalas son herramientas que se usan para una "meditación activa". Los podemos utilizar como un instrumento de contemplación, concentración y relajación tanto en nuestra práctica activa de atención plena como en la pasiva, teniéndolos presentes en nuestro entorno. Es el diseño geométrico de los mandalas lo que nos trasmite estabilidad y equilibrio.
El colorear mandalas o meditar con ellos nos ofrece algunos beneficios, como por ejemplo:
- Incrementa nuestro potencial creativo
- Favorece estados de meditación y contemplación
- Nos relaja y nos ayuda a reducir y manejar mejor el estrés diario
- Estimula el hemisferio derecho, relacionado con lo creativo, lo emocional e intuitivo
- Facilita nuestra expresividad y conexión con lo verdaderamente importante
- Favorece una sensación de tranquilidad y unidad al contemplarlos
Puedes utilizarlos para ambientar tu entorno, junto con música relajante y algún incienso o velita aromática ecoamigable mientras haces alguna práctica de atención plena o mindfulness.
Integra estos maravillosos diseños a tu práctica personal y ve creando consciencia de unidad en tí misma para manifestarla en todo tu entorno. Los mandalas facilitan esa conexión con lo más íntimo de nosotras mismas y nuestro universo interior. Nos ayudan con nuestro autoconocimiento al usarlos para reflexionar sobre nuestro lugar en el mundo y la relación que tenemos con lo que nos rodea.
Estas representaciones artísticas propician que nos enlacemos con las fuerzas más profundas de nosotras y del universo, a través de las energías sutiles que fluyen con cada forma, textura y color. Por otra parte, los mandalas nos apoyan en nuestra meditación al momento de enfocar la atención al propiciar la armonía que necesitamos para conectarnos con nuestra intención. A través de sus formas y colores fluyen energías, que pueden transformar los aspectos negativos en positivos, aportando así equilibrio a nuestra vida diaria.
Finalmente, el regalar un Mandala es muy significativo, ya que es obsequiar armonía, bienestar y mucha paz. Es un regalo de amor que aclara nuestros sentimientos y pensamientos.
¿Cómo más tu usas los mandalas para tu práctica personal? Comparte con nosotras y la ChiwiComunidad en los comentarios.
Este artículo se publicó primero en el Blog de Vida Consciente de Tu EcoTienda La Chiwi.
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